El suministro de gas en peligro: los barcos metaneros caen un 35% mientras se corta un gasoducto
Argelia ha ejecutado su amenaza y ha cortado uno de los gasoductos que llega a España. En concreto, el que pasa por Marruecos. Pedro Sánchez insiste en que, pese a ello, no habrá cortes de suministro este invierno. Pero lo cierto es que el presidente español conoce la previsión de que el corte de las interconexiones por tubo restringirán un 35% del gas que llega habitualmente por este mecanismo a España y que la alternativa, los barcos gaseros o metaneros, no es tan fácil de garantizar: de nuevo, su contratación cae un 35% por la ausencia de oferta disponible asumible.
Los datos se encuentran en el informe de Enagás elaborado el pasado 29 de septiembre como avance de las previsiones de cara a la nueva etapa de frío. Un informe del que dispone Sánchez y que señala que frente a los 582 GWh/día contratados el pasado invierno desde España, de cara al próximo se han contratado 377GWh/día. Es decir, un 35,22% menos.
La razón de esta reducción no tiene que ver con la evolución de la demanda, que crece hasta un 25,5%, según el mismo informe y a menos que lo eviten los parones en la industria, precisamente, por el inasumible precio de la energía. Ni con la falta de ganas de cubrir posiciones por parte de las energéticas. Tiene que ver con la falta de disponibilidad de barcos ante la fuerte contratación y la consecuente subida del precio por la elevada demanda del mercado asiático.
El presidente de Argelia, Abdelmedjid Tebboune, por el momento, ya confirmó este pasado domingo el cierre por razones políticas del gasoducto Magreb Europa, construido hace 25 años. Argelia ha prometido compensar ese agujero aumentando la capacidad de Medgaz, la otra gran tubería que comparten ambos países, y con buques con gas licuado, lo que encarece los costes. Pero ni siquiera es seguro que ese plan alternativo sea materializable, especialmente a la vista de los datos sobre contratación de barcos gaseros.
El 1 de noviembre de 1996, Argelia abrió por vez primera la válvula de ese tubo ahora cortado, una infraestructura clave para su economía, pero también para la de Marruecos y esencial para España, que desde entonces ha recibido el 25% de su aprovisionamiento de gas por esa vía.
A corto plazo, las opciones son dos: aumentar la capacidad del gasoducto de Medgaz hasta los 10.500 millones de pies cúbicos -parche que se prevé que esté lo más operativo posible a finales de noviembre gracias a un plan conjunto para ampliar la fuerza de propulsión de los motores- y compensar los casi 5.000 millones restantes con buques gaseros o metaneros, alternativa que complica el proceso al tiempo que lo encarece.
Precio disparado
La opción del gas licuado (GNL) podría conducir a un aumento en el precio, ya que las tarifas de envío en buques son más altas, algo que podría repercutir en los hogares españoles que ya afrontan la subida de los precios de la electricidad, el gas y los combustibles.
De hecho, el precio del GNL se ha disparado un 77% en los últimos dos meses a medida que se acercaba la fecha anunciada por Argelia para el cierre del gasoducto del Magreb. En concreto, los precios futuros del gas natural licuado JKM -Japan Korea Market-, el de referencia del sector, se ha disparado un 77% en los últimos dos meses. El jueves marcó un precio de 33,9 dólares por millón de btu, lo que equivale a 98 euros por megawatio hora, frente a los 18 dólares que registró el 1 de septiembre.
Pero Pedro Sánchez acaba de asegurar a toda la población española que no habrá problemas de suministro de gas natural en plena etapa de frío y calefacciones. Lo ha hecho tras dos visitas ministeriales a Argelia, el país que se ha constituido como el principal suministrador tradicional de este combustible con destino a España. Pero los datos en poder del presidente no dicen exactamente eso ni mucho menos. Esos datos en manos de Moncloa confirman que la previsión de entrada de gas por los gasoductos es nada menos que un 34,56% inferior a la del último invierno. Casi un 35% menos para atender a una demanda prevista superior a la de la última etapa de frío.
Los datos figuran igualmente en el último reporte de situación de cara al invierno elaborado por Enagás. En ese estudio se destaca que la capacidad contratada de cara al invierno 2021-2022 por las compañías se sitúa en 479 GWh/día. Se trata del dato contratado por interconexiones de tubo, de gasoducto. Pero en el anterior invierno fue de nada menos que 732 GWh/día.
Es decir, que la previsión es una contratación casi un 35% inferior -concretamente, un 34,56%-. Y ello, porque la entrada de gas natural por tubo se ha mermado por el cierre de uno de los gasoductos procedentes de Argelia. Esto, mientras todos los operadores apuntan a un incremento de la demanda de gas en el invierno con respecto al pasado año.
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